Reciclarse o morir

En estos tiempos de crisis, que mejor filosofía que la de reciclar viejos trastos y muebles que tenemos arrinconados, que algún familiar o amigo ya no quiere, o que tienen un destino final común: el vertedero.
Se pueden hacer auténticas maravillas, partiendo de algo sin ningún encanto. Y para muestra, un botón.




Fijaos todo lo que se puede hacer con palets. Camas, mesas. La madera del palet es buena, y muy barata (sobre todo si nos los regalan). Tan solo hay que trabajarla un poco, y tenemos muchísimas posibilidades.

Este es el mejor ejemplo de reciclaje...¡con cartones! Dormitorio completo, mesita, lámpara, marco, cabecero...y hasta un bonito cuadro para decorar.
Este es, quizá, el que mas me ha llamado la atención. De un reloj antiguo, bastante feo, a un precioso armarito, para guardar pequeños tesoros.

Este curioso sitio de trabajo, hecho con diversas mesas, a cual mas bonita, en un color muy acertado.
Y para sentarnos, hay muchas opciones: una bañera, un carrito de la compra, ¡incluso unas maletas!