En este caso, se trata de hacer dos mesitas con un material muy sencillo y un procedimiento muy fácil:
MATERIALES NECESARIOS: Unas cestas de mimbre, un taladro y un metro. Cuatro patas alargadas, cuatro patas bajas redondas, pintura azul, barniz negro (o pátina oscura), un pincel y una brocha.
PASOS A SEGUIR: Marcar con un lápiz, y en la trasera de la cesta, el lugar dónde se van a fijar las patas. Para que en las cuatro resulten equidistantes usar un metro. 
Hacer un taladro en cada uno de los puntos marcados. Utilizar para ello una broca con un diámetro adecuado al de las tuercas que incorporan las patas.
Aplicar una mano de pintura azul por toda la superficie de las patas con ayuda de la brocha. Dejar secar al menos una hora y dar otra mano. Como la madera está al natural, no es necesario aplicar imprimación, aunque si lo hiciéramos, probablemente con una sola mano de esmalte de color quedaría perfectamente cubierto, y a mi personalmente, me gusta mas el acabado. ¡No hay que olvidar lijar entre manos!
Si queremos dar un acabado envejecido a las patas aplicando, con ayuda del pincel o brocha, pinceladas finas de barniz siguiendo siempre la misma dirección. Yo en este caso usaría una pátina hecha con betún de judea y cera, e incluso, si quisiera aclarar en lugar de oscurecer, lijaría el esmalte por algunas zonas, habiendo aplicado imprimación blanca o esmalte de otro color debajo del turquesa.
Colocar las patas en la trasera de la cesta sobre los orificios practicados e ir girando hasta lograr que la pieza roscada penetre del todo y se fije bien.
Atornillar la tuerca por el interior de la cesta hasta su tope, de modo que quede perfectamente fijada. Hacer lo mismo con la otra bandeja de fibra. ¿Os animáis?
Via: casa diez
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